- ¡ Los grandes detectives nunca mueren !.
El retorno de Sherlock Holmes.
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Sinopsis | - Londres, 1926. Estamos en el 221-b, de Baker Street, residencia del famoso detective Sherlock Holmes (Peter Cushing), ahora retirado y de su amigo y biógrafo, el Doctor John Watson (Sir John Mills). A causa de la avanzada edad del doctor Watson, éste ha contratado a una joven secretaria para dictarle uno de los casos más extraños en los que Holmes y él participaron, y que decidió con éxito la suerte de Inglaterra en la I Guerra Mundial. La publicación había estado prohibida, hasta fechas recientes, pero ya es hora de que vea la luz... Todo comenzó en 1913, con las misteriosas muertes de varios vagabundos en la City. Aparecían cadáveres con el rostro desencajado, como si hubiesen contemplado algo maligno y terrible. Por este motivo, el Inspector Alec MacDonald de Scotland Yard (Gordon Jackson), un viejo amigo de Holmes, pide ayuda al investigador privado para que le ayude a solventar el asunto. Sherlock Holmes se pone manos a la obra, pero cuando apenas ha iniciado sus pesquisas, es "invitado" a abandonar el caso por el Ministro del Interior (Ray Milland) y el diplomático Graf Udo Von Felseck (Anton Diffring) en favor de otro "supuesto" misterio más grave: la desaparición de un joven príncipe alemán, que había venido a pasar unos días en las afueras de Londres, en la casa de campo de Von Felseck. La situación es altamente comprometida, teniendo en cuenta las fricciones entre los gobiernos germano y británico, que acabarán conduciendo a la guerra, apenas un año después. ¡ El príncipe debe ser localizado a toda costa ! Holmes y Watson parten hacia la villa de Von Felseck, donde se alojan varios potentados con sus familias, la mayoría de origen alemán, además de Irene Adler (Anne Baxter). El encuentro con Miss Adler causa a Holmes una gran impresión: no hay que olvidar que en el pasado, ella fue la única mujer capaz de derrotar al detective, y él siempre guardó un respetuoso recuerdo de ella. A pesar del impacto, Holmes pronto decubrirá que la desaparición del príncipe no es más que un engaño de Von Felseck para ausentarle de Londres y distraerle del auténtico caso. El verdadero misterio aguarda en la ciudad y está directamente relacionado con los vagabundos asesinados como sugiriera el Inspector MacDonald, en lo que puede ser el más horrible complot contra Inglaterra causado por agentes alemanes... No obstante, a pesar de los años pasados y la edad, Sherlock Holmes todavía gurada un as en la manga.
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Crítica | Puntuación del crítico: 10 | - "Sherlock Holmes y La Máscara de La Muerte", modesto telefilme de 1984 producido por Tyburn, una companía inglesa que siempre intentó hacer sombra a la Hammer sin conseguirlo, supuso el último saludo en el escenario de Peter Cushing interpretando el papel de su vida: el detective privado Sherlock Holmes. A sus 70 años, un envejecido y delicado Cushing retomaba la gorra de cuadros y la pipa a juego, para recuperar un rol, al que iluminara magistralmente por primera vez en 1959, en la acertada adaptación de la Hammer de "El perro de los Baskerville", y años después, en los 60, en una caótica serie de televisión para la BBC. Aficionado a la genial criatura de Conan Doyle y un entusiasta de su obra, Peter Cushing es el único actor de los que se han metido en la piel de Sherlock Holmes, que vestía en su vida pública las mismas corbatas de lazo que el investigador victoriano. Quizá le faltaba la eléctrica energía del personaje y un punto de cinismo y dureza, pues como la mayoría de papeles que encarnó toda su vida, el Holmes de Cushing es un punto demasiado bondadoso y afectivo (como también lo era él en realidad), pareciendo más un despistado profesor de antigüedades, que el hombre de acción de las novelas de Conan Doyle. No obstante, como siempre, y a pesar de su delicado estado de salud, Cushing cumplió a la perfección con el proyecto, apoyado por otros ilustres veteranos de la escena, como Sir John Mills, en una cuidada interpretación de Watson, alejada de la visión simplona y bufonesca de otros actores; Gordon Jackson, el recordado mayordomo de "Arriba y Abajo", Ray Milland, apenas un cameo de un papel pensado inicialmente para Sir John Gielgud, Anton Diffring, un villano especializado en papeles elegantes y refinados y Anne Baxter, la antigua estrella de Hollywood, que a pesar de los años transcurridos, aporta al extrovertido papel de Irene Adler el glamour y la distinción necesaria para dar la réplica a Cushing. Una pequeña película entre viejos amigos, como la definieran sus intérpretes, dirigida por el segundo mejor director de la Hammer (después de Terence Fisher), Roy Ward Baker, que demuestra cómo con sencillez, pero también con voluntariedad y buen hacer pueden llevarse a cabo buenas películas... Aunque sean para la televisión. ¡ Los grandes actores nunca mueren !
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Fred Porlock. | |
Ficha de Película enviada por Fred Porlock. el 29 de Agosto de 2003 |
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